Pisando historia
Llevamos unos años trabajando en el estudio del trazado y los recursos del camino real de Leitariegos, a su paso por el concejo de Cangas del Narcea. Esta vía histórica, aún recuperable, supone un hilo conductor que aúna naturaleza, historia, etnografía, cultura, ganadería, agricultura, etc. y en ello hemos prestado mucho empeño entre los años 2008 y 2012. Como resultado hemos editado una Guía del Camín Real, que puedes consultar aquí:
Entre las vías históricas de comunicación entre Asturias y León, una de las más importantes fue la del Camín real de Leitariegos (15) y, a pesar de su dilatada e importante historia, quizá menos estudiada en comparación con las del centro y oriente de la Cordillera Cantábrica.
Había varios “caminos reales” en el suroccidente asturiano y varios caminos que comunicaban esta zona con Castilla, como pudiera ser por la Veiga del Palo y el cordal de la Sierra del Pando, o por El Acebo hacia las cumbres de Genestoso y collado tres lagunas, o por Llamera a Vachera, etc. pero el más importante desde hace siglos fue sin duda, el paso por Leitariegos, asociado a la extracción de oro del norte de León hacia el mar y a tiempos romanos. Este camino fue históricamente, junto con el de La Mesa en Somiedo, la más importante comunicación del occidente asturiano con la meseta y la corte en Madrid.
El nuestro creemos que supera incluso en importancia al anterior por toda la carga histórica del clero (monasterio de Corias) y la nobleza, de las ferias y las mercancías, del tránsito de los puertos de mar de Luarca y sus productos hacia el sur. La existencia de 4 hospitalillos o alberguerías, dos a cada lado del puerto ya en 1207, el real privilegio concedido a Leitariegos por el rey Don Alfonso XI en 1326 a partir del cual empezaron a funcionar las recuas del puerto y otros muchos datos y factores hizo, pensamos, que nuestro camín real tuviera una gran importancia durante muchos siglos en todo el norte de la península como eje norte-sur entre los puertos de mar y la corte madrileña.
Existen documentos de 1.435 que citan que en esa época en Asturias sólo estaba permitido la celebración de tres ferias; una el Llanes, otra en Oviedo y otra en Cangas de Tineo, que “tenia una feria al año, que comiença por el dia de la Pascua del Santi Spiritus e termina XV dias” (entre el 10 de mayo y el 14 de junio aproximadamente), por lo que el paso por el puerto de Leitariegos estaría libre de nieve. La presencia de mercaderes, del tráfico de mercaderías de los arrieros a esta feria, el trajín propio de una feria de estas características daría a la villa de Cangas un ambiente festivo durante 15 días que seguramente sería de interés para todo el occidente asturiano y el norte de León (Laciana y Babia). ¿Podría ser que la actual “feriona” procediera de aquella?.
Tanta importancia tuvo esta feria que otro interesante documento de 1511, según Diego Fernández de Carballo, escribano de esta villa, insta a tomar medidas por que “los del lugar de Corias, que es coto de la horden de San Benyto, ponen sus tiendas de paños a otras mercaderias en el dicho lugar de Corias, en el camino real, e toman las mercaderias que vienen e se las llevan fuera del concejo”.
Si sumamos a la importancia de ferias y del tráfico de mercaderías entre Luarca y Madrid y posteriormente también de viajeros a través del puerto, las ventajas de los del Puerto de estar eximidos todos los vecinos de esa jurisdicción “de todos pechos, derechos, huestes, fosadas y fosaderas, repartimentos y martiniega, portazgos y chapín de la reina y de otros cualesquiera pechos y contribuciones que los reyes ponen a sus vasallos en compras y ventas, ahora o con el tiempo, en cualquier parte, salvo en Sevilla, Murcia y Toledo; hallase confirmado por los señores reyes sucesores y por el actual, don Carlos cuarto, y posesión de no contribuir a su Majestad con cosa alguna ni con soldados”, es fácil pensar en la importancia que siempre tuvieron las recuas entre los vecinos del puerto y los pueblos de Brañas de Arriba y de Abajo, etc. y en la capacidad emprendedora de nuestros antepasados. De todo ello, se abunda en esta guía, de grata lectura, sobre todo si pensamos que algunos de nuestros bisabuelos pudieron seguir los pasos de los arrieros hacia otra vida en Madrid, por el camín real de Leitariegos.
Hoy, aún resulta posible seguir los pasos de los arrieros y viajeros a través de este camino histórico en algunos tramos que te damos a conocer mediante esta publicación.